Pasto es considerado como uno de los sitios de mayor producción artesanal del país. La manufactura de cada una de sus piezas elaboradas es un oficio único en el que se conjugan las tradiciones familiares y el sentir de un pueblo, que a través de sus maestros especializados en diversas técnicas como el mopa-mopa o barniz de Pasto, la talla en madera, la decoración en tamo, el repujado en cuero, y en especial, los cultores del carnaval, quienes alegorizan por medio de su trabajo la magia carnavalera; todos ellos hacen parte de la significativa y variada producción artística de la cultura pastusa.